Nací en Guerrero, México y egresé de la normal Miguel f. Martínez, en Nuevo León, México, como Licenciada en Educación Preescolar en el año 2007. En el año 2009 obtuve mi plaza federal por medio de un examen. Y en el año 2018 terminé una maestría en la innovación en la práctica educativa.
Desde que era niña decía que iba a ser maestra de preescolar, me gusta mucho estar en contacto con niños, al momento en que entran al salón me llenan de energía y alegría, no importa cómo me vea, ellos siempre me ven hermosa y perfecta. Lo que más me gusta al dar clases es que vuelvo a ser niña, disfruto disfrazarme con ellos, jugar y aprender de ellos, de su forma de ver la vida, de cómo piensan y al escuchar sus historias. Mis clases se planean por situaciones didácticas y proyectos, éstos pueden durar unas semanas, quince días o un mes, se realizan actividades para fortalecer las competencias a través de aprendizajes esperados, siempre se parte de lo que ellos saben del tema, se les cuestiona constantemente.
Si te preguntas, si ser educadora es fácil, mi respuesta es sí. Si tienes la paciencia que se necesita para estar con más de 25 alumnos en un grupo, si tienes inteligencia emocional para no llevarte al trabajo problemas de casa o a casa problemas con padres de familia, si tienes amor para dar, porque habrá niños con falta de amor, atención, falta de tiempo o pérdidas de algunos de los padres, si tienes tiempo después de clases para planear actividades y preparar material, si tienes un corazón de niño para comprenderlos, enseñarles a través del juego, si eres comprometido con tu trabajo para brindarles las herramientas, conocimientos y habilidades necesarias para su vida.
Revista digital: https://onx.la/ab82a
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